pieles no

pieles no
Pieles NO

jueves, 21 de abril de 2011

Cómo haber tenido unos padres falangistas y haber sobrevivido a ello..



Ayer andaba yo arreglando cajones y encontrando esas cosas raras que una no sabe ni que las tiene, cuando dí con una carpeta de cuero negra, grande, de mi padre. Que murió en mi casa hace unos cuatro años. Y encontré, entre órdenes cuarteleras, diplomas, nóminas y otras cosas por el estilo, su Hoja de Servicios. Y, ¡madre mía, qué Hoja de Servicios!. Yo iba leyendo y no podía dar crédito a mis ojos. Desde luego, no era raro que tuviese tantas condecoraciones, y si Franco lo hubiese conocido personalmente, creo que lo hubiera abrazado y besado.
Empieza diciendo,(todo así como muy resumido), que el 18 de julio del 36, cuando el golpe de estado de Paquito, mi padre se afilió a la Falange. Estaba entonces en Sevilla, mangoneada por el General Queipo de Llano. El historial sigue contando que durante tres meses, hasta octubre, se dedicó a la "limpieza" del casco antiguo de Sevilla. Seguro que mi papá no se dedicó a limpiar las calles con una manguera, ni a vaciar la basura de los cubos.
Pues por lo visto lo hizo tan bien (todo según la H. de S., no me invento nada)que fué ascendido, y se encargó de la "limpieza" de toda la provincia de Sevilla. Supongo que ayudado por sus camaradas, y que serían bastantes, porque no creo que mi padre, por mucha que fuese su bizarría, pudiera "limpiar" una provincia entera él solo.Pero eso es lo que pone su H.de S. Después de tal hazaña, fué ascendido a Jefe de Centuria, o algo así. Entonces lo mandaron a Málaga, para seguir con lo mismo. Después volvió a ascender, recibió algunas condecoraciones y se dirigió hacia Burgos, "limpiando" todos los pueblos que iba encontrando a su paso.
Yo, al llegar hasta este punto, ya me imaginaba a mi progenitor como héroe de un tebeo tipo "Roberto Alcázar y Pedrín", o las "Hazañas bélicas", que compraba todos los domingos al salir de misa con mi abuela. La verdad es que tenía unos gustos muy poco femeninos. Las revistas para niñas y señoritas de familia bien no eran de mi agrado.
Pues mi padre, en una de estas incursiones de limpieza, dignas de los alemanes en el ghetto de Varsovia, o de la Noche de los Cuchillos Largos, tuvo un contratiempo. En la Hoja dichosa siempre decía que salía muy bien de estas razzias, sin recibir ni un rasguño. Pero en un pueblo, por meterse en casa ajena, casi se queda sin cara. Esto sí lo sé por él, que me lo conto cuando era una niña. Había una trampa preparada, y al abrir la puerta el artefacto explotó y se quemo la cara. Pero debía tener baraka, pues no le quedaron señales. Me contó que tuvo que pasarse un tiempo en un hospital al cuidado de unas monjitas.
Pero después volvió a la carga, y se fué a las trincheras de Cogolludo, en Guadalajara, no lejos de los italianos. Se llevó una cámara fotografica, cosa que entiendo muy bien, pues yo hubiera hecho lo mismo. Además, mi abuelo y yo también eramos muy aficionados a la fotografía.
En la H. de S. esa alucinante dice que se dedicaba a "limpiar" trincheras de los enemigos, con gran éxito.
Parece que en el año 38 se cansó de tanta limpieza, fué a la Academia del Aire y salió pilotando un avioncito, que es lo que de verdad siempre le gustó. Luego, como la guerra seguía, supongo que se dedicó al emocionante deporte del bombardeo.
Al terminar la guerra fué destinado a Camprodón, para vigilar la frontera y los pasos a Francia. Y ahí es donde conoció a mi madre, que era de la Sección Femenina de la Falange, y que conocía a Pilar Primo de Rivera, Lula de Lara y otras insignes damas del facherío patrio.Ella era Delegada de Cultura de la provincia de Gerona, y mi padre un bravo militar, que se dedicaba a vigilar las montañas montado en una briosa yegua blanca. (Juro por lo más santo que no me invento ni exagero nada. Ya sé que es difícil de creer, pero la realidad...etc.)
Pues se encontraron mis papis, se gustaron y se maridaron, y de eso nací yo, en Zaragoza. Mientras mi padre cazaba maquis en los Pirineos. ¡Ay, Dios!
Mi madre, cuando yo era chica, no se escondía de haber sido de Sección Femenina,y hablaba grandes cosas de José Antonio, pero cuando murió Paquito el de la Voz de Pito y vino el rey cazaosos, entonces se volvió progre de golpe y porrazo, y todo el mundo la creyó. A los amigos mallorquines progres les contaba que había arriesgado el pellejo por la causa catalanista y otras mentiras de tamaño natural. Catalanista sí que lo era, creo que fué en lo único que fué sincera en la vida.Pero de joven, res de res.Tragaba con todo, de los vencedores. Pero mi madre sabía flotar como los corchos, y era una arribista nata.
Mi madre era una cínica, nunca creyó en nada, a diferencia de mi padre. Cuando la guerra, ya había muerto mi abuelo, y ella y mi abuela vivían en Gerona, escondiendo a las tres hermanas monjas de ésta, que por mucho que se vistieran de paisano, a un kilómetro se notaba que eran monjas. Cuando venían a hacer un registro, les decía a los milicianos que tenía la carbonera llena de curas y monjas. Y era cierto, pero los representantes del pueblo se lo tomaban a chunga y nunca los encontraron, porque no miraron.
Mi madre me contaba que, para no ser molestada, se vistió con la ropa más vieja que tenía, se calzo unas "espardenyes" catalanas, de esas de cintas, se afilió a la CNT/FAI sin creer en nada y así consiguió pasar la guerra. Tuvo un novio aviador republicano que se mató con su avión, pero allí estaba al poco tiempo mi padre, también aviador, pero franquista, para consolarla.
Lo que más me molestaba de mi madre era el desprecio con que hablaba de los "trabajadores". Nunca decía obreros. Esto ya me parece que lo conté, pero es que me sentó como un tiro. Al acabar el colegio, me avisó que si me presentaba en casa con un novio "trabajador", no lo admitiría. Los odiaba tamto, que creo que hubiera preferido que me metiese a puta que que me casase con uno que no fuera de mi "clase". Para ella, eran "gente baja", a la que había que tratar bien (nada de azotes, ni de cargarlos de cadenas),pues después de todo eran seres humanos, pero de mezclarse con ellos, ni hablar. Por eso me hizo la vida imposible cuando me casé con Paco, que había cometido el horrible pecado de haber tenido por madre a la hija del panadero de Calvià, y un consuegro (ya muerto cuando conocí a Paco), que era rojo, tuvo que huir de Mallorca para que no le asesinasen ni le "limpiasen", y que cometió el horror de hacerse, en Maruecos donde se instalo, una casa con sus propias manos. Para la familia de mi madre, los trabajos "manuales" eran una vergüenza, solo aptos para "trabajadores" de mierda. La "gente bien" eran abogados, curas, terratenientes, médicos y gente que no usaba las manos para trabajar. A mi madre se le caía la baba delante de los curas y monjas.En el balneario de Sant Hilari Sacalm, en Gerona, de donde sale el agua de la Font Vella, que era de mi bisabuelo, ella y mi abuela pasaban todos los veranos, y fué donde les
cogió la revolución franquista. Allí estaba lleno de curas y cardenales que tomaban las aguas por la cara.
También descubrí en la Fenomenal Hoja de Servicios de mi padre, que, como cuando yo tenía 11 años, se fué a hacer un curso de un año a los USA, cuando salieron los primeros aviones a reacción, le hicieron por esto oficial del ejército yanki.¡Wonderful!
De resultas de todas estas barbaridades, yo, que siempre me he distinguido por llevar la contraria y estar en oposición al orden establecido -tengo una tirada irreprimible hacia el anarquismo- salí como he salido. En cuanto me casé y pude hacer lo que me daba la gana, dejé de ir a misa, y luego dejé la religión que tanto daño me hizo y me convertí al Islam, en un proceso lógico evolutivo.Además, la religión católica me había hecho perder la fe, y yo sabía que juntándome con los musulmanes la recuperaria, como así ha sido.Y es que yo no puedo ser atea. Me siento desgraciadísima. La fe es tan contagiosa como la gripe -valga la comparación- y como los musulmanes tienen para dar y vender, pues me contagié. Y feliz que soy así. Además, he conocido a mu hermana Leila, a la que quiero muchísimo.
Cuando salí del colegio, yo, que de tonta no he tenido nunca un pelo, aunque a veces lo haya parecido, pensé que no me gustaba nada yo misma, e hice una profunda introspección de mi persona, mis creencias y mis actitudes. Y lo que ví no me gustó nada. Y decidí cambiar. Fué un proceso lento y difícil, pero como yo sabia buen cuál era mi meta, me puse manos a la obra y me dí la vuelta como un calcetín. Me quedan resabios de mis tiempos fachendarios, pero son sólo eso, resabios, y sé bien lo que quiero.
Respecto a la furia limpiadora de mi padre, yo no puedo juzgarle. Me parece horrible eso que a los dieciocho años se dedicase a matar gente que no conocía de nada, pero espero que Dios le haya perdonado. Fué para mí un padre excelente, y me inculcó el valor y la honradez. Todo muy militar, eso sí. Pero era valiente, aunque facha, y eso significa mucho para mí, que no soporto a los cobardes. Si se cargó a pobres republicanos, que Dios le haya perdonado. Pero yo sería incapaz de hacer lo de Jessica Lange en la peli "La caja de música". Aunque hubiese sido Hitler en persona, nunca le hubiera denunciado.

No hay comentarios: