Hoy es la Fiesta del Cordero en el Islam, en recuerdo del que Yahvé le dió a Abraham para que sacrificase en lugar de su hijo Isaac.Yo también he tenido que comprar mi cordero, cosa que no me hace ninguna gracia, que se sacrifique a un animal inocente en mi nombre. Pero no hay más remedio. Lo que no he hecho es asistir a la fiesta esta mañana, pues no soporto ver la manada de los pobres borregos esperando para ser degollados. Y eso que el Corán dice que hay que hacerlo de forma que sufran lo menos posible. Pero no me gusta, vaya. Mi amiga Leyla lo sabe y hace todas las gestiones por mí, y hasta me guisa una pierna. En el Islam está prohibido comer corderos lechales, porque lo consideran como un crimen. Y yo estoy de acuerdo. Me parece un infanticidio en toda regla. Nunca olvidaré una cena con unas amigas cristianas que la que tenía delante pidió una pierna de cordero, lechal, claro, y a mí me dió la noche. De ver aquello tan pequeño, que parecía que se estuviese comiendo un niño. Lo mismo cuando veo esos lechoncillos en las carnicerías, qué horror.Normalmente no como nada que tenga cuatro patas, pero este cordero, como había que matarlo, me lo comeré, que está muy bueno. Además a mí me pasa como a los árabes, que me gusta que el cordero sepa a cordero, no como los mallorquines, que les gusta que el cordero no sepa a cordero, y hacen un montón de cosas raras cuando lo guisan para que no sepa. Y por eso en España prefieren los lechales, que no saben a chotuno.Ay Dios, y qué problemas.
Pues hablando de burradas, este mediodía he puesto TV1 y han dicho que los musulmanes hoy en la Fiesta del Borrego daban vueltas entorno a ¡"la Karana"!!!. Madre de Dios, y qué ignorancia galopante. La gente es cada vez más bruta. Menos mal que no han dicho La Karaba, que eso ya sería la caraba.
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